Tikal siempre había estado ahí presente, en mi cabeza, en mis deseos. Un destino de viaje a una ciudad perdida, la de Tikal, una civilización la Maya, y un país Guatemala.
Mi preferencia por estos lugares más recónditos, con un pasado increíble, que supera con mucho a lo que hoy conocemos como ciudades. Un pasado con un apagón de por medio, siempre la naturaleza, a través de las junglas han tendido a comerse literalmente estas ciudades perdidas. Lo ví en Angkor Wat, Camboya, y lo he vuelto a ver en Tikal, Guatemala, el corazón del mundo Maya, la selva de Petén se comió la ciudad durante más de nueve siglos.
La importancia de Tikal dentro de la cultura maya es innegable, el lugar más importante de la región. Pero tampoco hay que olvidarse de otros lugares como Copán en Honduras o las más desconocidas ciudades mayas de Belice.
Para que te hagas una idea del tamaño y dimensiones de este imperio Maya de 3000 años de duración, formado por ciudades estado, que, por supuesto, se hacían la guerra en numerosas ocasiones. Sólo la ciudad de Tikal llegó a sobrepasar los cien mil habitantes, siendo la más importante de la cultura maya. El territorio maya se extendía desde Honduras, Guatemala, El Salvador, Belice y el sur de México, era realmente grande.
Con todas estas credenciales, ¿Cómo no iba a ser un deseo visitar Tikal, pasear por la selva de Petén en compañía de los monos araña, monos aulladores, aves coloridas y otros muchos más? Y es que la selva de Petén sigue siendo una de las más frondosas de Centro América, y por suerte, protegida, puesto que hoy en día es el Parque Nacional de Petén, donde viven especies como los jaguares, de los cuales, no verás ninguno. Como puedes leer, hay mucho que ver en Tikal.
Tikal, Guatemala, el corazón de la cultura Maya
Son más de quinientos kilómetros cuadrados los que ocupa la ciudad de Tikal, con sus impresionantes pirámides, imponentes. Pero si algo se pretende, es no caer en uno de los errores que se cree, provocaron el fin de Tikal, la deforestación.
La civilización maya fue dominante en la región por tres milenios, y durante casi uno, estuvo Tikal devorada por la selva de Petén. En todo ese tiempo, que no es poco, desde luego que no, Tikal tuvo su mayor esplendor entre los siglos II y VIII d.C.
Cómo se descubrió Tikal
Como casi todos los descubrimientos de ciudades perdidas, fue algo casual. ¿Te gusta comer chicle? Seguramente hayas comido centenares a lo largo de tu vida, pero lo que no sabes que el origen de los chicles es maya. De hecho, chicle es una palabra maya, “chicletek”, cuyo significado es jugar con la boca.
Pues bien, a finales del siglo XIX, Thomas Adams, en un viaje por Centro América, vio como indígenas mayas masticaban una resina de un árbol llamado chicozapote, para limpiar los dientes. Entendió que serían un buen negocio conseguir esa resina y exportarla. Pero también entendió, que añadir azúcar y saborizantes convertirían al chicle en el entretenimiento de los americanos. Y lo consiguió.
La selva de Petén es rica en este árbol, el chicozapote, así que fueron enviados decenas de chicleteros a conseguir la resina del árbol. Para sacar la resina, tenían que subirse a las partes más altas de los chicozapotes e ir haciendo incisiones para que fluyera su resina.
Y en una de estas ocasiones, uno de los chicleteros vio cómo había un alto montículo donde se podía ver un dintel de piedra, y ahí empezaron las especulaciones y el inicio del descubrimiento de Tikal. A partir de ahí, comenzaron las expediciones, la primera de ellas, la del coronel Modesto Méndez, acompañado de doce personas.
Arqueólogos
Los trabajos arqueológicos en Tikal se remontan a la época en la que se redescubrió, pero el impulso definitivo lo dio la Universidad de Pennsylvania en los años 50 donde las investigaciones fueron mucho más profundas. Tanto, que muchos objetos descubiertos hoy en día se encuentran en diferentes ciudades de Estados Unidos, Basilea y Londres.
Pero también es cierto, que parte del trabajo de los arqueólogos es restaurar las ruinas mayas de Tikal y sacar a la luz los edificios y complejos más importantes, preservando en la medida de lo posible la selva de Petén. No hay que volver a caer en el error de la deforestación.
Y es por este motivo, por el cual no todas las pirámides están restauradas, incluso las hay donde una parte de ella sí lo está y otras caras no lo están.
El abandono de la ciudad de Tikal
Si hay una ciudad perdida, abandonada, en ruinas, devorada por la selva de Petén durante casi mil años, no es de extrañar que haya diversas teorías que intenten dar luz a este misterio.
Las hay más disparatadas, y las hay con más peso racional. Las que nos contaron a nosotros tenían que ver con la deforestación del entorno por parte de los habitantes. De la sobreexplotación del suelo, y de sequías que duraron varios años de forma consecutiva.
La teoría del abandono de Tikal a la que más peso dio nuestro guía fue debido a un uso desmesurado de cerámica en la ciudad.
Por aquellos tiempos los mayas ya utilizaban hornos para crear cerámica, y teniendo en cuenta las altas temperaturas que se necesitaban para obtener los objetos de cerámica, cada vez se necesitaban más árboles. Esto unido a una sobreexplotación de los suelos y a sequías consecutivas, dejaron con pocos recursos a Tikal. Quizás hambrunas, enfermedades, guerras hicieron el resto.
El abandono de Tikal sigue siendo un misterio, como el de Angkor Wat, donde la deforestación parece ser el motivo principal del fin de estas dos ciudades que en un momento de la historia fueron grandes imperios.
Entrar en el Parque Nacional de Tikal
Para llegar hasta el Parque Nacional de Tikal hay que salir desde Santa Elena o desde la Isla de Flores, a unos 60 kilómetros. Son numerosos los shuttles que te llevan hasta allí. Pero la mejor manera es contratar una excursión con un guía oficial. Hacerlo por tu cuenta hará que no te enteres de muchos de los aspectos que debes conocer para disfrutar lo máximo posible de tu visita a Tikal.
El coste de la entrada es de 20$, que se deben abonar a la entrada del Parque Nacional de Tikal.
Una vez que entras en el Parque Nacional de Tikal, la jungla se hace con todo el territorio, y debido a la fauna que vive allí, los vehículos que la recorren lo deben hacer a baja velocidad. Esto se debe a que hace no mucho tiempo, uno de los shuttles circulaba a gran velocidad y atropelló a una cría de jaguar.
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Con todas las cosas que hay que ver en Tikal, no te vas a aburrir, eso sí, te va a tocar andar bastante, así como subir hasta lo más alto de las pirámides para disfrutar del complejo.
No olvides llevarte agua, calzado cómodo y quizás una gorra o sombrero, ya que el calor es sofocante en ocasiones, y el sol es de justicia.
A Tikal se le ha llamado la Nueva York de la época Maya, puesto que las alturas de las pirámides son bastante elevadas, hasta los casi 60 metros. Pero además, dentro de la necrópolis se puede ver una edificación de cinco plantas. Aún así, no se considera que los mayas fueran los mejores arquitectos, como sí se les considera excelentes matemáticos y astrónomos.
Tu visita a Tikal no te va a defraudar por varios motivos. Uno de ellos es que Tikal es Patrimonio de la Humanidad mixto, tanto natural como sitio arqueológico. Otro motivo es el alto grado de restauración de las principales ruinas de Tikal, como son la acrópolis, las pirámides de la Plaza Central, el Gran Jaguar y el Templo de las Máscaras, el Mundo Perdido o el Templo de la Serpiente Bicéfala.
Las Pirámides Gemelas de Tikal
Nuestra primera parada dentro del Parque Nacional de Tikal fueron las Pirámides Gemelas. Y cuál fue la primera sorpresa, que nos encontramos con que no todas las caras de una de las pirámides gemelas estaban descubiertas, restauradas.
La naturaleza, que durante casi un milenio hizo por devolver este paraje a su estado natural, había cubierto completamente ambas pirámides. De hecho, una de ellas, aún está ahí, como un gran montículo o una pequeña colina, cubierta por la hierba, arbustos y árboles.
Las pirámides gemelas, en realidad son cuatro. Una situada en cada uno de los cuatro puntos cardinales. Y se construyeron cuatro, una cada periodo de veinte años, ya que era cuando se finalizaba el Ka´tum.
Uno de los motivos por los que no se han descubierto el resto de pirámides es porque, además de ser costoso, se necesita deforestar. Y como he comentado más arriba, es precisamente el equilibrio que se pretende mantener.
Para que te hagas una idea, sólo el 20% de lo que es la ciudad de Tikal está restaurada, el resto aún es parte del secreto que nos brinda la naturaleza.
Además, de las cuatro pirámides, hay varias estelas. Las estelas mayas son bloques de piedra, donde se labraban historias, personajes importantes, momentos que debían perdurar en la conciencia colectiva de la cultura maya de Tikal.
La Acrópolis Central de Tikal
La Acrópolis Central de Tikal es el lugar donde residían las clases más altas de la ciudad. Lo que podríamos llamar hoy en día la gente de poder, aristócratas, reyes, etc. Pudimos ver cómo eran las construcciones por dentro, con incluso una escalera de caracol. Pues sí, los mayas en Tikal ya demostraban cierto gusto por la arquitectura.
Nos sorprendió ver hasta los asientos de piedra donde los aristócratas y señores más importantes de la ciudad daban audiencia a quien pudiera gozar de ese privilegios.
Las camas en los aposentos, en algunos de ellos con vistas a una plaza dentro de la Acrópolis Central. Sin duda alguna, ver esa diferenciación de clases en cuanto a situación estratégica dentro del complejo de Tikal, nos hizo ver que muchas cosas no han cambiado, a pesar del paso de los milenios.
Se calcula que dentro de esta Acrópolis hubo algo más de 40 edificios, no está nada mal.
Templo V
El Templo V se diferencia de los demás, no es otra pirámide más, porque se ofrece al visitante desde la distancia. Entre los árboles más altos de la selva, el Templo V se eleva como ninguno otro. Mostrando su belleza, erigiéndose como el más alto.
Lo impactante de esta imagen es que, si aún tienes alguna duda sobre donde te encuentras, este Templo V te recuerdas que sigues en Tikal, lo que fue el corazón del mundo maya.
Aunque quizás no sea de las imágenes más habituales de Tikal, no me cabe ninguna duda, que sí que es el ejemplo del origen de todo ello. El origen más cercano, cuando unos chicleteros descubrieron que en la frondosa selva se encontraba una de las ciudades más importantes de la historia del mundo maya.
Gran Plaza de Tikal
Si la imagen del Templo V no es la más reconocida, sí lo es la Gran Plaza de Tikal. Hoy en día es el centro donde todos los visitantes queremos llegar, y una vez lo hacemos nos quedamos boquiabiertos ante la belleza sin igual de este lugar.
Gran Jaguar
No sé si esta pirámide, debido a su atractivo nombre, el Templo del Gran Jaguar, o que no se deja ser accesible, como si lo es aquella que está justo enfrente, se convierte en una especie de objeto del deseo.
La vi frente a mi, la vi mirando al Templo de las Máscaras, la miré de tú a tú, pero aún así, la magia de esta pirámide, me dejó deslumbrado. Cualquier ángulo de la Gran Plaza era ideal para ver todos los detalles posibles de esta pirámide de Tikal.
Templo de las Máscaras
Si yo fuera el Templo de las Máscaras, me costaría acostumbrarme a mirar día sí y día también al Templo del Gran Jaguar.
Como dos pirámides enfrentadas, Máscaras y Gran Jaguar parecen retarse. Lo mejor de todo es poder subir a la parte más alta de esta. Puesto que además de las vistas, se pueden ver tres máscaras talladas en enormes piedras.
Cuando subes a lo más alto de esta pirámide, eres más que consciente de que estás en el centro neurálgico de Tikal, del mundo maya.
Estelas Mayas
Son numerosas las estelas que puedes encontrar en Tikal, pero si buscas alguna que esté en buen estado, entonces todo cambia.
Por diversos motivos, sobre todo la erosión del paso del tiempo, pero también la destrucción por las diferentes invasiones y guerras, hacen que casi no queden estelas en un buen estado.
Sin embargo, queda una estela, que para mí fue la que más me gustó en un estado de conservación, digamos que relativamente óptimo. No te la pierdas, realmente merece la pena observar cómo un vestigio de más de mil años ahí sigue. Historia viva.
El Mundo Perdido
Más arriba comentaba que los mayas no fueron considerados unos grandes arquitectos, sin embargo, si se les consideró grandes matemáticos y astrónomos.
Pues bien, en esta plaza de siete templos el más importante es el del Mundo Perdido. De nuevo un nombre demasiado sugerente como para no querer encontrar ese rincón mucho más tranquilo que la Gran Plaza.
Desde lo más alto de la pirámide del Mundo Perdido, se observaba el cosmos, las estrellas, se observaba cómo dirigir los designios de un mundo maya, cómo dirigir a un pueblo. Cómo hacer de Tikal uno de los observatorios astronómicos más importantes del mundo en esa época.
Hoy en día se puede subir, ya que hay habilitadas unas escaleras de madera y una plataforma. Y se pueden observar otras pirámides, otros templos, y como escenario de fondo, la selva de Petén.
Templo IV el más alto
Nuestra última visita a Tikal fue el Templo IV o el de la Serpiente Bicéfala. Y aunque subir hasta él, resultó un poco más cansado, la recompensa de las vistas fue un regalo sin precio alguno.
Disfrutar de las vistas que ofrece esta pirámide, es también observar cómo la selva de Petén es interminable, y como Tikal tiene unas dimensiones extraordinarias.
Nosotros llegamos allí al medio día, pero hubiera dado lo que fuera por contemplar una puesta de sol desde tan increíble mirador.
Aquí hay una pequeña anécdota, y es que uno de los episodios de la Guerra de las Galaxias fue rodado aquí. Como ves Tikal no deja de sorprender ni un sólo segundo.
Fauna en el Parque Nacional de Tikal
Parte del espectáculo del Parque Nacional de Tikal es su propia fauna.
Sin duda alguna verás a los monos araña y escucharás gritar a los monos aulladores, y pude oírles por primera vez en la isla de Coiba, Panamá.
Pero no son los únicos animales que te vas a encontrar, también hay tucanes, pájaros de mil colores, jaguares y pumas. Pero no te preocupes, no les verás, puesto que, además de ser animales nocturnos, saben que los humanos somos sus mayores depredadores.
Disfruta de la presencia de los animales, pero respétalos, no interactues con ellos, no les des de comer. Por muy divertido que te pueda parecer, son animales salvajes. Además, tu comida no es su comida, algunos enferman y mueren porque no pueden digerir bien los alimentos que nosotros comemos. Disfruta de Tikal, pero hazlo con respeto.
Cómo llegar a Tikal
Si quieres llegar a Tikal y no saber cómo te contamos las diferentes opciones que tienes, pero recuerda un nombre, Flores.
Todo empieza en Flores, también puede ser Santa Elena. La pequeña isla de Flores sobre el lago Petén-Itza, es el lugar favorito de quienes visitan Tikal y quieren disfrutar de tranquilidad en un ambiente totalmente relajado.
Además, cuenta con el aeropuerto Internacional Mundo Maya, donde las compañías TAG y Avianca operan los vuelos diarios a/desde Ciudad de Guatemala (dos al día).
Pues bien, si no llevas nada reservado, puedes organizar tu visita a desde Flores. Allí se dedican al turismo, y saben que quien llega, quiere ir ver las ruinas de Tikal.
Como Tikal se encuentra a unos 60 kilómetros de Flores, los shuttle salen desde esta localidad. O desde la cercanísima Santa Elena (tan sólo un puente las separa).
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Tikal es uno de los sitios turístico mas bellos de Guatemala, he tenido la oportunidad de ir mas de 3 veces y sin dudarlo volveré a ir. Los invito a poder apreciar un amanecer en el parque Tikal pero es precioso ver un atardecer en el sitio arqueológico Yaxhá.
Visiten Guatemala, Corazón del mundo Maya, tenemos mucho para ofrecer.
Hola Esmeralda,
Qué razón tienes y qué bello que es Tikal. La próxima vez que vaya a Guatemala, no dudaré en ver ese atardecer. La última vez, lo hice desde la Isla de Flores y su precioso lago.
Saludos!!