Hay muchos lugares que ver en Berlín, puesto que es una ciudad que da mucho de sí. Una semana puede parecer mucho tiempo para visitarla, pero ni mucho menos. Son decenas los lugares donde ir, ver, disfrutar, museos, recuerdos del pasado, II Guerra Mundial, el Berlín del este. Tantos lugares que ver en Berlín, que una semana incluso se puede quedar corta. Intenta dedicar el máximo número de días a Berlín que puedas para ver todos sus puntos de interés, que no son pocos.
Incluso se puede organizar un viaje a la Berlín como algo temático. Ver Berlín del Este, luego buscar todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial, barrios diferentes como Kreuzberg (el barrio turco de Berlín), ver la Berlín del pasado en Unter den Linden, la Puerta de Brandeburgo.
Quizás fue Berlín la primera ciudad donde se popularizaron los llamados Free Tours, donde una persona hace de guía local, y cuando acaba el tour, en base a tu experiencia le pagas la cantidad que creas más oportuna.
Suele ser una buena opción elegir alguno de los mejores free tour de Berlín en español para hacer una primera inmersión en la ciudad de la mano de alguien que conoce Berlín a fondo que te va a contar anécdotas únicas, y te va a llevar a ver otros lugares diferentes.
<strong>VER FREE-TOUR POR BERLÍN</strong>
Y por supuesto, aunque es duro, muy duro, tienes que visitar el campo de concentración de Sachsenhausen que se encuentra a las afueras de Berlín.
Qué ver en Berlín en una semana
Además de los lugares que te vamos a contar a continuación para que no te pierdas nada en Berlín, te contamos cómo moverte por la ciudad. En esta guía de Berlín, te contaremos esos lugares que ver en tres o cuatro días, y hasta siete días. Una semana puede parecer mucho para una viaje a Berlín, pero créeme, no son tantos días para una ciudad con tanta historia y tanto que ver, como si de un museo al aire libre se tratara.
El transporte público funciona bastante bien, y vas a hacer uso de su metro, tren, autobús y tranvía. Así que la forma más barata para usar su gran red de transporte público es adquiriendo la Berlín WelcomeCard, que te permite hacer un uso ilimitado del transporte público.
Zona AB: término municipal de Berlín (incluido el aeropuerto Tegel).
Zona ABC: términos municipales de Berlín y Potsdam (incluido el aeropuerto Schönefeld).
Los niños menores de seis años viajan en Berlín gratis.
Con ella, además, te puedes beneficiar de descuentos de hasta el 50% en la entrada a muchos museos de la ciudad.
Puedes comprar la Berlín WelcomCard a través de este enlace.
Si te gusta moverte por la ciudad en bicicleta, Berlín además, es uno de los paraísos de la bici. Puedes hacer tours guiados en bicicleta por Berlín, o si prefieres moverte a tu aire, puedes alquilarte tu bicicleta, y disfrutar de su interminable red de carriles bici.
Otra opción interesante es montarte en el autobús turístico de Berlín que te permite subirte y bajarte cuando y donde quieras, para recorrer los lugares que más te apetezca.
Qué ver en Berlín del Este
Berlín, la capital alemana, dos ciudades en una, dos países en una misma ciudad, y todo dividido por un muro, el Berlín del Este y el Berlín occidental.
Un muro que no sólo dividía, si no que esa división suponía una diferencia abismal en la forma de vida que había a un lado y al otro, desde el socialismo comunista hasta el capitalismo.
Alexander Platz
El primer lugar y más icónico de este Berlín del Este es la Plaza de Alexander Platz, y es que allí se encuentra la Torre de Telecomunicaciones con sus 368 metros de altura, detrás de la cual hay una curiosa historia.
Su construcción se hizo para mostrar el poder tecnológico al Berlín occidental, al mundo capitalista. Es visible desde cualquier punto de la ciudad, ya que lo que se pretendía es que desde el otro lado del muro, los ciudadanos de la parte capitalista vieran que allí había algo más que lo que contaba la propaganda occidental. En esa época todo era una guerra propagandística. Hoy en día también.
En la parte más alta de la torre hay una banda de aspecto metálico con una cuadrícula regular, con ella se pretendía que cuando el sol iluminara la ciudad, al reflejarse sobre lo más alto de la torre, esta iluminación se proyectara sobre cualquier parte desde donde fuera visible. Sin embargo, lo que se reflejaba, era la forma de una cruz, cuando menos, curioso viniendo de un lugar socialista y ateo.
Se puede subir a la parte más alta y tomarse una cerveza o comer algo en el restaurante que da vueltas, al mismo tiempo que disfrutas de unas vistas increíbles de toda la ciudad.
Sin duda alguna, es uno de los lugares que ver en Berlín que no te puedes perder.
Memorial Friedrich Engels y Karl Marx
Alexander Platz y su memorial, muy cercano, Friedrich Engels y Karl Marx. Y también casi al lado el Ayuntamiento Rojo. Rojo por ser de la época del Berlín socialista, y por el color de su fachada.
Avenida Karl Marx
Una avenida que nos llevará hasta el corazón oriental de la ciudad es la mítica avenida Karl Marx Alle, enorme, increíble, con una arquitectura al estilo soviético. .
La organización de la calle es curiosa o al menos como se concibió. Los primeros edificios, o los más cercanos a Alexander Platz y más grandes, eran donde vivían las élites, quienes gobernaban, y cuanto más se alejaban, los edificios eran más pequeños. Y cuanto más lejos estaban de los primeros, vivían gente de menor rango, más lejos de las élites gobernantes.
Cuarteles de la Stasi en Berlín
Si nos queremos adentrar y sentirnos partícipes de una película que te deja los pelos como escarpias, un lugar para visitar es los Cuarteles de la Stasi. La película es La vida de los otros, y ojalá se quedara en una película, la realidad es bien distinta, durante los años más duros de la Stasi, cualquiera era susceptible de ser espiado por los servicios secretos de la RDA, la Stasi, y la Stasi era implacable.
Actualmente se ha convertido en un museo. Puedes entrar a esa impresionante mole, obviamente, situado en la parte del este de Berlín. Cuando el muro calló, en las siguientes semanas, estos cuarteles fueron abandonados, y con ellos, toda la información secreta relativa a decenas de millares de ciudadanos alemanes.
Así, muchos pudieron descubrir que fueron espiados, y por supuesto, eso tuvo consecuencias. La parada de metro más cercana es Magadalenenstrasse.
East Side Gallery o Muro de Berlín
Otro de los lugares más míticos y que todos los visitantes buscan cuando van a Berlín es el muro, y una porción de este, varios centenares de metros, está en la zona este, en la calle Mühlensatrasse, justo al lado está la estación de metro y tren Warschauer, y es conocido como East Side Gallery. El Muro de Berlín es una imagen clave durante la Guerra Fría, los dos bloques.
Durante mucho tiempo mantuvo decenas de murales protesta que con el tiempo se han convertido en un icono. Pero por desgracia, el capitalismo más desenfrenado quiere acabar con el muro para construir complejos hoteleros y viviendas de lujo. Esta sería la segunda caída del Muro de Berlín.
Treptower Flea Market
No muy lejos del East Side Gallery, se encuentra el Treptower Flea Market, un lugar donde encontrar de todo, desde cosas, hasta personajes de la zona, en un ambiente muy local y lejos del recorrido más turístico de Berlín.
Bernauer Strasse
Un lugar que muestra la crueldad de levantar un muro y dividir una calle en dos sistemas políticos diferentes, esa es la calle Bernauer Strasse. Algo que sucedió en la década de los 60.
En esta calle, la construcción del muro marcó un antes y un después para los habitantes de ese Berlín. Vecinos, familiares, amigos que quedaron separados, en muchos casos para siempre.
Y no fueron pocos los que intentaron saltar el muro, y murieron abatidos por los vigilantes durante su intento. A pesar de todo, hoy en día hay quienes insisten en levantar muros.
Aquí puedes ver el Memorial del Muro de Berlín Bernauer Strasse lleno de información sobre este lugar y lo que significó en la historia de la ciudad.
Tan reciente que hay imágenes, fotos, vídeos, de vecinos intentando pasar al otro lado del muro y muriendo asesinados por los guardas fronterizos. Un barrio, una vida cotidiana hecha añicos por otro muro de la vergüenza.
Si miras a un lado y otro de esta calle, serás consciente de tu libertad, y la frustración de aquellos que no pudieron cruzarla.
Kreuzberg
Hay un barrio que está de moda en Berlín, y ese es Kreuzberg, y una calle que se ha vuelto el hervidero de las tendencias más actuales, quizás no sólo en Berlín, si no en toda Europa, Oranienstrasse.
Desde hace unos años muchos jóvenes europeos decidieron dar el paso y llegar a Berlín, y muchos de ellos, debido al precio más bajo de la vivienda decidieron asentarse en el barrio de Kreuzberg, poco a poco se fue llenando de tiendecitas, restaurantes pequeños y bares, así hasta convertirse en el barrio de moda de Berlín, calles eclécticas, lugares bohemios como Moritzplatz.
La Segunda Guerra Mundial
Berlín fue una de las ciudades protagonistas de este negro episodio en la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial. Pasear por este Berlín y ver aún las heridas de esta guerra sin sentido, nos debería hacer reflexionar.
Berlín ha decidido, bueno, mejor dicho, sus habitantes, que la historia no se puede olvidar, ya que olvidar o intentar pasar página sin más, puede hacer repetir los sangrientos errores. Puede que sea este el motivo que hace que puedas encontrar impactos de proyectil en muchos edificios. Tocarlos, y sentir que queda lejos, pero se debe evitar repetir.
Berliner Unterwelten – Berlín subterráneo
Al norte de Berlín, junto al parque Humboldthain, en la calle Brunnenstrasse (la parada de metro más cercana es U Osloer Str.), se encuentra la entrada al Berlín subterráneo (Berliner Unterwelten). El recorrido es por turnos en visitas guiadas, por lo que tocará esperar hasta que termine un tour y empiece el siguiente. Hay guías de diferentes idiomas, incluido el español. Los guías son muy agradables y tienen un gran conocimiento de lo que hay ahí abajo, así como de lo que ocurrió, anécdotas incluidas.
Berlín subterráneo es un proyecto de una asociación interesada en conocer la historia de Berlín a través de su subsuelo, como si de un museo sin obras de artese tratara.
Hay numerosas anécdotas que cuentan durante el recorrido, pero la que más me impactó fue aquella en la que contaban, sobre la necesidad económica del gobierno nazi para sufragar los gastos que suponían la guerra. Pues para mantener siempre en situación de tensión a la población, se les obligaba a comprar un kit anti ataque biológico. Constaba de una ridícula máscara de gas, y otros útiles inútiles (menuda paradoja). Al fin y al cabo, si alguna vez los tenían que usar iban a morir, de manera que nadie iba a quejarse de la inutilidad y robo, que suponía la obligación de comprar el kit. Así era de asombrosa la capacidad del gobierno nazi para manipular y sacar el poco dinero de los alemanes de una forma tan fríamente calculada.
En el siguiente enlace, puedes reservar tu visita y obtener una información más detallada sobre los distintos recorridos, Berlín Subterráneo.
La humedad de los túneles, la oscuridad, los bombardeos sobre la ciudad, una auténtica locura que merece visitar.
Topografía del terror
Cerca de Postdamer Platz se encuentra la Topografía del Terror, en la calle Niederkichnerstrasse se encuentra otro pedazo del muro de Berlín, y desde hace unos años, un edificio que contextualiza lo que allí ocurrió, un museo sin ser museo.
El edificio que se encuentra al lado pertenecía a lo que fue la cárcel más importante de la Gestapo donde la crueldad nazi tomó su máxima expresión.
Merece la pena entrar en el nuevo edificio y ver todos los paneles, pararse a leerlos y entender un poco más que pasó allí.
Como curiosidad, cerca de la Topografía del Terror se encuentra un edificio blanco, este pertenecía al Ministerio del Aíre, conocido como Luftwaffe, casualmente o no, no fue bombardeado a diferencia de otros lugares de Berlín.
El pintalabios y la polvera, Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm
Si hay un “monumento” curioso e interesante en Berlín, y una muestra de lo que supuso la Gran Guerra Mundial y sus bombardeos en los núcleos urbanos. Destrucción, el miedo de los civiles y la muerte, este es la iglesia Memorial Kaiser Wilhelm.
No se ha reconstruido el campanario que fue bombardeado, si no que que se construyó un moderno campanario al lado. De ahí viene el nombre de la polvera (la iglesia bombardeada) y el pintalabios (el campanario moderno construido al lado). Se puede hacer una visita por dentro, pero quizás lo que más importante es la imagen impactante y de recuerdo de las miserias de la guerra.
Se encuentra en la calle Budapester Strasse, y las estaciones de metro más cercanas son Zoologischer Garten o Kifurstendamm, pero como siempre, un paseo por Berlín desde el Palacio Charlottenburg bajando por la avenida Otto Suhr y más tarde Hardenbergstrasse, es un paseo que puede durar una hora, pero ver el Berlín que no está en el recorrido turístico también merece la pena.
Memorial a los judíos muertos en Europa
Este memorial que se encuentra entre la Puerta de Brandeburgo y Postdamer Platz, en la calle Ebertstrasse.
Este museo en forma laberinto al aire libre, formado por bloques de cemento de diferentes alturas, donde perderse.
A pesar de que el arquitecto que lo diseñó, Peter Eisenman pretendía crear un lugar sin orden, donde la consciencia humana y su razón no estuvieran presente. Sin entender muy bien ese fin del diseñador, la sensación de angustia, la sensación de perderse en un laberinto gris está presente si el visitante se zambulle en su interior. Pero debido a la gran afluencia de turistas, incluso pretender la foto sin nadie al lado es prácticamente imposible.
Checkpoint Charlie, lugar que ver en Berlín
Checkpoint Charlie, como su nombre indica, era uno de los principales pasos fronterizos en Berlín, para atravesar el muro, entre la zona que controlaba Estados Unidos y la zona soviética.
Digamos que este paso fronterizo era el paso de los funcionarios de ambos lados, extranjeros y militares. Los civiles que intentaron atravesarlo no lo consiguieron todos.
Este Checkpoint Charlie tiene una caseta fielmente reconstruida, con unos sacos rellenos de cemento, y un gran cartel, donde hacia el oeste mira un soldado soviético y hacia el este un soldado americano.
Se encuentra en el barrio del Mitte. Otra curiosidad es la parada de metro que se encuentra ahí, Checkpoint Charlie, que durante la época del telón de acero, la Guerra Fría, el túnel estaba tapiado, para no poder pasar hacia el otro lado de Berlín.
Aeropuerto Tempelhof
Este aeropuerto de Berlín era el símbolo del gobierno nazi, desde donde los aviones de guerra aterrizaban y despegaban.
Llegó a ser antes de la Segunda Guerra Mundial uno de los aeropuertos más importantes del mundo, con un tráfico increíble. Esto se debía a la cercanía con el centro de la ciudad, actualmente se encuentra en el centro de Berlín, en el barrio de Tempelhof. La parada de metro para llegar hasta allí es Platz de Luftbrücke.
Después de la Segunda Guerra Mundial fue el bloque americano el que tomó la titularidad, y ni se sabe el número de aviones que de ambos lados del muro llegaron a aterrizar de forma secreta en la capital alemana.
Desde su cierre en el año 2008, poco a poco se ha ido convirtiendo en un parque, el parque de los berlineses. Allí, donde pasean a los perros en lo que eran las antiguas pistas y terminal. Patinando, jugando con cometas, es otro ejemplo de cómo los ciudadanos de Berlín son capaces de convertir los espacios de la ciudad en suyos propios, para su disfrute.
No olvides hacerte un seguro de viaje si viajas a Berlín y no dispones de la Tarjeta Sanitaria Europea, cualquier situación que requiera asistencia médica puede tener como consecuencia una factura de muchísimos euros. Te contamos Cómo encontrar el mejor seguro de viaje para viajar a Alemania, y por ser nuestro lector, te puedes aprovechar de un DESCUENTO del 5% pinchando aquí.Campo de concentración de Sachsenhausen
El lugar de la vergüenza, del terror, del miedo, de la muestra de la mayor crueldad del ser humano es un campo de concentración, y Berlín también tiene el suyo, Sachsenhausen. Esta es una de las excursiones en Berlín más habituales. Se encuentra a las afueras de Berlín, en Oranienburg, para llegar hasta allí, hay que coger el metro y pararse en la estación de metro de ese mismo nombre, se tarda alrededor de una hora. Una vez allí, se puede coger un autobús que pasa cada hora o se puede ir andando, se llega en 20 minutos.
Si dispones de días suficientes, merece la pena el corto viaje hasta el Campo de concentración de Sachsenhausen y ver de primera mano uno de los lugares más terribles que ha creado el ser humano.
La entrada es gratuita, aunque se admiten donaciones.
Cuando te acercas a la valla principal, se puede leer en alemán, Arbeit Macht Frei, (el trabajo te hará libre). En un principio este campo se diseñó para encarcelar disidentes políticos, y después de un periodo de tiempo algunos salían, pues se supone que se habían rehabilitado. Pero poco a poco se fue convirtiendo en un infierno terrenal, hubo varias ampliaciones, hasta convertirse un campo de concentración bastante grande.
La sensación es extraña, no se puede considerar como una visita cultural, si no como un viaje a lo que no debiera suceder nunca más. El viento y el ruido de las hojas y ramas de los árboles, la desolación y saber qué es lo que ocurrió allí, marca la visita.
Es fundamental, o bien coger una audio guía o hacer visita guiada, ya que alguien tiene que explicar qué ocurría donde se fusilaba a los prisioneros. La morgue donde se experimentaba con los umbrales del dolor, multinacionales como Bayern hacían experimentos con prisioneros. Las cámaras de gas y las incineradoras, la fábrica de ladrillos. La materia prima de esta era la ceniza de los prisioneros que habían sido asesinados en las cámaras de gas y más tarde incinerados. Las fosas con toneladas de cenizas con piedras encima (tradición judía), en fin, una visita no ya recomendada, sino obligatoria.
<strong>VER VISITA GUIADA AL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE SACHSENHAUSEN EN BERLIN</strong>
Berlín histórico
La vieja Europa tiene un pasado bélico, de guerras entre los diferentes países que con el paso de los años se iban reconfigurando. El mapa de Europa mutaba, hoy en día lo sigue haciendo, no olvidemos la guerra de la antigua Yugoslavia, que terminó a principios del nuevo siglo. Dibujó sobre el mapa nuevos países, nuevas fronteras y nuevas tensiones. En un viaje a Berlín podrás ver de primera mano esa historia que marcó a Europa.
Palacio Charlottenburg
Una visita podría empezar por el Palacio Charlottenburg, levantado a principios del siglo XVIII y de estilo barroco, recuerda a otros palacios reales como el de Viena, Schönbrunn.
Fue residencia oficial de Federico I de Prusia y su esposa Carlota Sofía. El corazón del Reino de Prusia en Berlín. Al principio se usó como palacio vacacional, pero una ampliación permitió convertirlo en la residencia real.
Su primer nombre fue Palacio de Lietzenburgo, pero a la muerte de Carlota, en su memoria se cambió el nombre y se pasó a llamar Charlottenburg.
Una buena época para visitar el palacio es en primavera, ya que es cuando sus jardines mejor se muestran.
En la actualidad es un museo, donde se puede encontrar una de las colecciones más importantes de pintura francesa, así como la parte dedicada a la porcelana. También se puede visitar la habitación de Federico el Grande.
Se puede llegar paseando desde la Puerta de Brandeburgo, atravesando el Tiergarten hasta la plaza Ernst Reuter, y desde allí hay que coger la avenida Otto Suhr. El horario de visita es de martes a domingo, de 10h a 18h.
Puerta de Brandeburgo
Uno de los símbolos más reconocidos de Berlín, es sin duda, la Puerta de Brandeburgo. Además, este monumento tiene una historia importante y de gran significado para la ciudad.
Se levantó a finales del siglo XVIII, de nuevo bajo el Reino de Prusia. Se puede pensar sobre esta puerta que era conmemorativa de alguna victoria militar, como el Arco del Triunfo de París, pero no. Fue concebida como una alegoría a los tiempos griegos, de hecho su diseño está basado en la acrópolis ateniense, la puerta principal de la ciudad.
La cuádriga que se encuentra en lo más alto de la Puerta de Brandeburgo, se la llevó Napoleón al ganar una batalla contra el Reino de Prusia. Pero las tropas prusianas la recuperaron y la llevaron de vuelta a su lugar original, Berlín.
Por la parte central de la puerta sólo podían pasar los reyes y su familia, pero el principio de la historia más negra de Europa, la II Guerra Mundial, o al menos la venida al poder a la cancillería de Hitler, propició que esa misma tarde miles de integrantes de las SS atravesaran la puerta. Por primera vez no fue la familia real la única en hacerlo.
Parque de Tiergarten, imprescindible que ver en Berlín
Entre la Puerta de Brandeburgo y el Palacio de Charlottenburg está el gran pulmón de Berlín, el Tiergarten. Todas las ciudades deberían tener bosque en el mismísimo centro, harían del paisaje urbano algo más cercano a la naturaleza, además de limpiar el aire de las ciudades.
El Tiergarten, como todos los grandes parques de las capitales europeas se concibió como coto de caza para uso y disfrute de la aristocracia. Fue creado en la época del reino de Prusia.
En este parque se encuentra el Palacio del Presidente de la República, conocido como Palacio de Bellevue, el Palacio de la Filarmónica, la Columna de la Victoria y además, limita con el Zoo de Berlín.
Columna de la Victoria
La Columna de la Victoria, se llama Victoria por un motivo, aunque yo creo que son dos, el primero es por que se erigió para conmemorar la victoria de Prusia sobre Dinamarca, y la segunda, porque la estatua que la domina es la diosa Victoria.
Cuando se fue a inaugurar, se acaba de vencer en otra guerra a Francia, y unos siglo más tarde este hecho pudo haber cambiado el transcurso de su historia.
La Columna de la Victoria sobrevivió a los bombardeos y casi total destrucción de Berlín en la II GM. En la toma de Berlín los franceses querían dinamitarla, hacerla volar por los aires, pero la oposición del bloque inglés y americano lo evitaron.
Aún así se llevaron relieves que había en su base y aludían a la victoria sobre las tropas de Napoleón.
Reichstag, imprescinsible que ver en Berlín
Muy cerca de la Puerta de Brandenburgo y del Tiergarten se encuentra el parlamento alemán, el Reichstag.
Este edificio fue decisivo para la historia más reciente tanto de Europa como de Alemania, pero antes de contar esa historia, veamos cuál fue el origen. Fue el parlamento durante la época del Imperio Alemán y lo que después de la I Guerra Mundial se llamó República de Weimar.
Pero la historia que realmente lo ha hecho marcar un antes y un después, es cuando en el año 1933 sufrió un incendio que el partido nacional-socialista pronto atribuyó a un militante del partido comunista. Los nazis le condenaron a muerte y fueron los grandes beneficiarios del suceso.
Los historiadores aún no han sido capaces de esclarecer quién fue realmente quien incendió el edificio, pero todo parece indicar que fueron los propios nazis, para desacreditar de esa manera a los comunistas y socialdemócratas.
Y así, mostrándoles al resto del pueblo alemán como destructores de los elementos del estado. Un libro muy recomendable sobre esta parte de la historia de Alemania, ambientado en Berlín, es Historia de un alemán de Sebastian Haffner.
Hoy en día es sede del Parlamento Alemán, llama la atención por la cúpula restaurada por el arquitecto Norman Foster.
Se puede visitar, hasta hace unos años con llegar a una hora temprana por la mañana o la hora de la comida no hacía falta hacer cola. Pero en los últimos años por “motivos de seguridad” hay que registrarse dos días antes de visitarlo. Entrar es gratis, y la web para inscribirse es la siguiente, https://visite.bundestag.de/BAPWeb/pages/createBookingRequest.jsf?lang=en
Unter den Linden
Unter den Linden es la avenida que va desde la Puerta de Brandenburgo hasta la plaza Alexander Platz, donde se encuentra la Torre de Telecomuncaciones.
Más que avenida es un boulevard, y parece ser condenado al éxito, ya que siempre ha sido lugar de la vida cultural de Berlín. Su nombre traducido es Bajo los Tilos, árbol que llena sus dos aceras, pero que durante la Segunda Guerra Mundial desaparecieron. Hasta que durante los años posteriores, al quedar este boulevard en la parte oriental que pertenecía a la RDA, decidieron volver a plantarlos para recuperar el esplendor de épocas pasadas.
En su recorrido nos encontramos con algunos de los lugares más importantes de Berlín.
La Universidad Humboldt, Museo de Historia Alemán, la Isla de los Museos de Berlín, Ópera Cómica de Berlín, Bebelplatz, lugar donde los nazis quemaron miles de libros dejando clara su posición con respecto a la cultura.
El museo de la RDA, la catedral de Berlín, el Ayuntamiento Rojo, el memorial a Karl Marx y Friedrich Engels.
Catedral de Berlín
La Catedral de Berlín (Berliner Dom), es de reciente construcción, pues se empezó a finales del siglo XIX y se acabó a principios del XX. Y es que como muchas catedrales se construyó sobre otra iglesia más antigua.
Esta catedral es de estilo Neoclásico, y llama mucho la atención tanto por su tamaño como por sus cúpulas con ese color verde tan característico del centro de Europa.
Nikolaiviertel
Nikolaiviertel o el barrio de Nikolai es el barrio más antiguo de Berlín. El origen de éste, se encuentra a penas a cinco minutos de la plaza de Alexanderplatz.
De origen medieval se debía a que se encontraba en un camino de comercio. Fue totalmente reducido a cenizas durante la II Guerra Mundial, lo poco que vemos ahora está reconstruido, y en honor al barrio la Iglesia de Nicolás.
De todos es conocido lo que ha significado el mundo judío en Berlín, Alemania y Europa en general.
Nueva Sinagoga
Debido al aumento y la importancia de la comunidad judía en el siglo XIX se construyó la Nueva Sinagoga, es un edificio impresionante, de proporciones enormes, y es curioso, porque su estilo es una mezcla de estilos barrocos y árabe.
Es parte de la historia de Berlín pues allí tuvo lugar uno de los hechos de la época nazi, La noche de los cristales rotos, aquella noche los nazis persiguieron, asesinaron y quemaron tanto comercios como sinagogas judías.
El detonante de este hecho fue el asesinato por parte de un judío polaco al secretario de la embajada francesa.
El edificio actual es una reconstrucción del original, pues quedó en muy mal estado después de la Gran Guerra. Se encuentra en Oranienburger Strasse, cerca de Hackescher Markt. Como curiosidad, siempre está vigilada por la policía.
Cementerio judío Weissensee Friedhof
De la misma manera que se construyó una gran sinagoga debido a la gran comunidad judía en Berlín, también se construyó a finales del siglo XIX el cementerio judío Weissensee Friedhof.
Un lugar impresionante que visitar en Berlín, por el tamaño, por cómo están dispuestas las tumbas, por la tranquilidad a la vez que inquietud que produce, se supone que hay alrededor de cien mil personas enterradas allí.
El musgo recorre las entrañas del lugar, la humedad, el verde, las lápidas indicando que algún familiar del fallecido murió en un campo de concentración.
Durante la Gran Guerra había que proveer al ejército alemán de armamento por lo que se necesitaban metales. Fue requerido a todos los habitantes que aportaran cazuelas, cadenas, cualquier metal, pero sin embargo, en el cementerio judío entraron sin pedir permiso para llevarse todos los metales que pudieron encontrar.
Se encuentra al este de la Alexanderplatz, en Schönhauser Allee 25.
No era este un lugar que tuviéramos en nuestra lista de los lugares que visitar en Berlín, pero nos lo encontramos de casualidad. Y es que, aunque no te lo creas, hay muchos sitios que ver en Berlín que te los encontrarás sin darte cuenta.
La Isla de los Museos, imprescindibles que ver en Berlín
Llamada así porque se sitúa en una isla formada por la bifurcación y posterior unión del rio Spree.
En esta isla se pueden encontrar varios museos, el Museo Pergamo, el Alte Nacional, Neues Museum, Bode Museum y Altes Museum. Cinco museos en un espacio bastante reducido, pero son cinco museos increíbles e imprescindibles que visitar en Berlín. No te puedes perder esta visita si te gusta el arte, uno de los lugares de mayor interés que ver en Berlín.
Nosotros visitamos el Museo Pergamo. Increíble ver es espolio que se hizo de lugares tan remotos como Afganistán e Irán. Es lo que tiene el colonialismo.
Otra de las joyas de la corona de esta Isla de los Museos es el busto de Nefertiti. Nosotros la pudimos ver en el Altes Museum, pero actualmente se encuentra en su vecino Neues Museum.
Sí, son muchos museos, y nosotros sólo visitamos el Pergamon Museum y el Altes Museum. Pero creo que todos los museos merecen mucho la pena, y te recomendamos ver tantos como puedas, pero al menos visita un museo.
Mapa de los lugares que ver en Berlín
Alojamiento en Berlín
El alojamiento en Berlín es muy variado, pero es que además son muchas las zonas donde te puedes quedar, dependiendo de tu presupuesto, de lo que busques. Siempre viene bien saber de antemano las zonas donde poder alojarnos. Así que en este enlace donde te contamos Cuáles son los mejores lugares para alojarse en Berlín.
Seguro de viaje Alemania
No olvides contratar un seguro cuando viajes a Berlín. Viajando no estás exento de sufrir algún accidente, por leve que sea. Un resbalón, una torcedura de tobillo, un traslado médico, etc. Te contamos cómo elegir el seguro de viaje que mejor se adapte a las necesidades de tu viaje a Alemania.
Si contratas el seguro de viaje haciendo click en el banner obtendrás un 5% en tu seguro por ser lector de Pasaporte para Viajar.
