Te recomiendo que vayas al Campo de Concentración de Sachsenhausen si estás en Berlín, y nunca has ido a un campo de concentración. No está muy lejos de Berlín, a tan sólo una hora, y lo mejor, puedes ir en transporte público.
Cómo llegar a Sachsenhausen desde Berlín
Pues como he comentado un poco más arriba, se encuentra a tan solo una hora de Berlín. Está situado en la vecina localidad de Oranienburg, al norte de Berlín. Su dirección excta es Strasse der Nationen 22, Oranienburg.
Llegar en transporte público, tren
Si deseas llegar a Sachsenhausen en transporte público, puedes hacerlo en tren.
Para ello, debes tomar la línea de tren S1 (S-Bahn) (dirección Wannsee-Oranienburg) y bajarte en la estación de Oranienburg, sí, así de sencillo. Para este tren, necesitarás comprar un ticket de las zonas ABC.
Otra opción es la línea RE 5 (Regionalbahn), en dirección a Stralsund/Rostock, y de nuevo, bajarte en la estación de Oranienburg. Para esta línea de tren, también tienes que comprar un ticket de las zonas ABC.
La tercera opción para llegar en tren hasta el Campo de Concentración de Sachsenhausen es la línea RB 2 (Regionalbahn), dirección Templin. Lo mismo que en las otras dos opciones anteriores, la estación de tren donde tienes que bajarte es Oranienburg. Pero en este caso, necesitarás un ticket para las zonas BC.
Una vez que has llegado a Oranienburg, puedes tomar el autobús 804 o el autobús 821 que te de deja en el campo de concentración, parada Gedenkstätte. Este autobús pasa cada hora, así que una buena opción es ir dando un paseo hasta Sachsenhausen.
Si decides ir andando, te va a resultar sencillo llegar en alrededor de 15-20 minutos. Al salir de la estación tienes que dirigirte a la derecha, hasta que llegues a un puente por donde pasa en tren. Cruza el puente y sigue recto. Verás un señal que te indica que vayas hacia la izquierda.
Llegar a Sachsenhausen en coche
Si has alquilado un coche, que puede ser una buena opción si lo que estás haciendo es un recorrido por Alemania, también puedes llegar hasta el Campo de Concentración de Sachsenhausen.
Deberás tomar la autopista A111 que va en dirección Hamburgo. Cuando llegues a Oranienburger Kreuz, debes tomar la A10 (Berliner Ring) en dirección Prenzlau. La salida que tienes que tomar es la de Birkenwalder. Una vez hayas tomado esa salida, deberás seguir la B96 hasta Oranienburg. Una vez en Oranienburg, tienes que fijarte en las señales que pongan Gedenkstätte hasta la entrada al Museo y Memorial.
Precio y Horarios
La entrada es gratuita, como he comentado un poco más arriba. Una opción es adquirir una audio-guía por tres euros.
También puedes hacer una visita guiada al campo de concentración Sachsenhausen donde te van a contar muchos detalles de lo que allí dentro sucedió, en cada una de las partes de este lugar. Es bastante recomendable, pues son muchas las cosas que de otra manera va a ser difícil enterarse.
<strong>VER VISITA GUIADA AL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE SACHSENHAUSEN</strong>Los horarios para acceder al campo son los siguientes;
Horarios del Campo de Concentración de Sachsenhausen
Del 15 de Marzo al 14 de Octubre: todos los días de 8:30 a 18:00hs.
Del 15 de Octubre al 14 de Marzo: todos los días de 8:30 a 16:30hs.
Los lunes están cerrados los museos, el archivo y la biblioteca.
Puedes echar un vistazo a la web oficial del Memorial y Museo del Campo de Concentración de Sachsenhausen.
Visitar el Campo de Concentración de Sachsenhausen
Desde el año 1993 el Campo de Concentración de Sachsenhausen es un Museo y Memorial en recuerdo de todas las víctimas, cuya visita es gratuita.
El primer lugar donde vas a llegar es al Centro de Visitantes. Allí puedes obtener más información y mapas del campo de concentración para tu visita. Una buena opción es que alquiles una audio-guía por tan sólo tres euros.
La experiencia de visitar el campo de concentración de Sachsenhausen no es nada grata. Es más, piensa que estás en un campo de exterminio humano, donde miles de personas fueron torturadas hasta la muerte para comprobar hasta dónde llegaban los umbrales del dolor. Miles de personas fueron gaseadas en las tan famosas cámaras de gas nazi. Miles fueron fusilados, miles murieron de hambre, o las enfermedades acabaron con sus vidas.
Cuando entras en el recinto, atraviesas una puerta donde indica lo siguiente, Arbeit macht frei (El trabajo te hará libre). Y es que, al principio, sobre todo cuando los ocupantes del campo de concentración eran opositores políticos, se les dejaba salir si modificaban su comportamiento, de acuerdo al que se consideraba un comportamiento moralmente correcto. Pero poco a poco las cosas se fueron poniendo más feas para los que entraban, haciendo casi imposible su salida. Lo mismo sucedió en el resto de campos de concentración alemanes.
Como he comentado antes, visitar Sachsenhausen es una experiencia muy dura, a nosotros nos dejó tocados. Pero es importante saber qué pasó allí, para intentar que no se repita, aunque tal y como pinta el mundo, no me extrañaría que esto mismo estuviera pasando en algún otro lugar.
Una vez atraviesas la entrada principal del campo de concentración, te encontrarás con un recinto enorme, con bastantes barracones, y una sensación de desolación bastante profunda. Quizás coincidió que el día que fuimos hacía mucho viento, y eso ayudaba a que las hojas de los árboles hicieran ruido. Ese sonido se nos metió en la cabeza, aumentando esa sensación desoladora.
Casi todos lo barracones de este campo de concentración se pueden visitar, pero también debes saber, que no son originales. Esto se debe a que, cuando se cerraron los campos de concentración, se desmantelaban. Pero en este caso, como en otros, Sachsenhausen reconstruyó para abrirlo al público como memorial de los horrores que allí ocurrieron.
Los barracones se reconstruyeron usando, en algunos casos, los mismos materiales, y siempre siguiendo el método de los nazis.
Puedes seguir los diferentes caminos que hay en el campo de concentración para llegar a los diferentes barracones. La verdad que la amplitud del lugar, y los senderos, pueden ayudarte a hacerte una idea sobre cómo se organizaban por las mañanas y en muchos momentos del día, los presos y los guardias. Todos en fila, vigilados, y dispuestos para ir donde les obligaran a ir.
Historia de Sachsenhausen
El campo de concentración de Sachsenhausen se construyó en el año 1936, a las afueras de Berlín, en Oranienburg, como sustituto de otro campo de concentración situado en el centro de Berlín, y construido en el año del ascenso de Hitler al poder, en 1933.
Sachsenhausen se usó como modelo para otros campos de concentración en Alemania, ya que su diseño permitía una “optimización” de las operaciones que allí se llevaban a cabo.
El objetivo del campo era acabar principalmente con los opositores políticos, socialistas y comunistas. Más tarde el objetivo se amplió, añadiendo a la lista homosexuales, gitanos, judíos, y durante la contienda, prisioneros de guerra.
Se calcula que fueron más de doscientas mil las personas que pasaron por estas instalaciones, de los cuales, más de cien mil nunca volvieron a salir.
Aunque el campo de concentración fue liberado por los soviéticos en el año 1945, este no dejó se ser usado como campo de concentración. Se convirtió en el Campo Especial número 7 de la NKVD, donde los prisioneros pasaron a ser los nazis. Funcionó hasta el año 1950, donde se calcula que murieron más de diez mil personas en esos cinco años.
Visitas imprescindibles en Sachsenhausen
La Torre A es uno de los principales lugares de la visita a Sachsenhausen. Esta torre se encuentra justo encima de la puerta de entrada, donde se puede leer Arbeit macht frei, como en muchos otros campos de concentración alemanes.
Los Barracones 38 y 39 muestran la vida diaria de los presos judíos en una exposición, con objetos reales.
Cada uno de los lugares para visitar dentro del campo de concentración de Sachsenhausen tiene su propia exposición, donde explica qué se hacía, y en muchos de los casos con objetos personales de los presos.
La cocina o la lavandería son parte de los otros dos grandes barracones que puedes visitar.
De la misma manera que que hay un Memorial de la Liberación, también está el Museo del Campo Especial Soviético que también se puede visitar.
Pero los lugares que más nos impactaron, y que consideramos visitas imprescindibles de Sachsenhausen, son la Zanja de las ejecuciones, el Crematorio, la Cámara de gas y la Fosa común. Todos ellos, lugares de lo más sórdido, y de lo más terrible de la condición humana. Aún así, son sitios a los que debes llegar y pasar un rato, entender la explicación del por qué de estos lugares, qué ocurrió allí.
Dirigiéndote a la zona opuesta del campo de concentración a los Barracones 38 y 39, te encontrarás con la Morgue y el barracón de enfermería. Para estos dos lugares, te aconsejo sin lugar a dudas, que, o bien lleves audio-guía o un guía para que te explique qué paso allí exactamente. Auténticas aberraciones.
De todo lo que oí y vi en el campo de concentración de Sachsenhausen, si hay una historia que me impactó, fue la relacionada con las cremaciones. Llegó un momento que era tanta la ceniza que tenían de los judíos que habían quemado, que para dar salida a esa ceniza y financiar el campo de concentración, empezaron a fabricar ladrillos y, por supuesto venderlos.
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