La verdad que el pueblo de Coron nos dio para mucho. Comenzamos nuestra visita a Coron haciendo el Island Hopping, pero queríamos visitar esas playas filipinas de las que también habíamos oido hablar.
Bien es cierto que hay playas cercanas, más o menos, a Coron, y puedes ir en un tuk tuk. Pero no son espectaculares. Si quieres ver esas playas que te imaginas de agua color turquesa y arena blanca como la harina, te tocará buscarte un barco, o hacer una excursión. Es decir, si quieres disfrutar de las mejores playas de Coron, te va a tocar adentrarte en la Bahía de Coron.
Las mejores playas filipinas en Coron
Como desgraciadamente no disponíamos de todo el tiempo que nos hubiera gustado para dedicarle, no sólo a Coron, si no a Filipinas en general, decidimos hacer una excursión a través del alojamiento donde nos quedamos.
Allí, había varias opciones, y lo que queríamos es disfrutar un día con poca gente y sin masificaciones. Así pues, nos decantamos por la llamada Culion Island Escapade Tour.
En el barco íbamos menos gente que el día anterior, unas 16 personas, y el barco estaba mucho mejor. También hay que tener en cuenta, que para esta excursión hay que salir más lejos que para el Island Hopping. Y el clima siempre es un factor en Filipinas, sobre todo el viento.
Ditaytayan
Después de una hora navegando desde Coron, mucho viento, y conocer más a nuestros compañeros de barco, llegamos a Ditaytayan.
Y sí, esta es la típica playa, más bien, lengua de arena, que cuando llegas dices, “Uauuuhhhhh, sólo por estar aquí y ver esto, ha merecido recorrerme medio mundo en avión”. Eso fue exactamente lo que pensé. Y viendo la cara del resto, creo que pensaban, si no lo mismo, algo muy similar.
Esta lengua de arena es muy curiosa, porque sus apenas diez metros de anchura, hacen que sus “dos costas” sean completamente diferentes.
Hacia un lado de la costa de Ditaytayan (sigo pensando que es muy exagerado hablar de dos costas), a pesar del viento, el agua estaba más tranquila, como si de una bahía se tratara. Sin embargo, era bañarse al otro lado, y el mar estaba realmente revuelto. Muy curioso ver esa diferencia en tan sólo poco más de diez metros de diferencia.
Al final de la playa hay un pequeño manglar, puedes pasear un poco y verlo tranquilamente, los menos de cuarenta y cinco segundos que hay de la lengua al manglar, te dan una idea de la magnitud de la isla. Mínima.
Por suerte cuando llegamos, no había nadie. Nos pudimos sentir como unos Robinsones Crusoe perdidos en Filipinas, planazo!!
Bien es cierto, que al rato llegó otro barco, pero en ese momento, nosotros ya estábamos buscando nuestro próximo destino.
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Esta es la típica isla de me tiro a la arena y veo la vida pasar. Además, es una isla realmente bonita, con una playa que te deja llegar al nirvana. Más tranquilidad es imposible conseguir en ningún otro lugar.
Esta fue la isla, donde comimos, y a diferencia de la playa de Ditaytayan, o esa increíble lengua de arena, sí que compartimos el espacio con más gente. Pero aún así, se notaba que este tipo de excursiones no son muy comunes, de modo que disfrutamos mucho más.
Quizás haga mucho hincapié en la cantidad de gente que había o no, pero la experiencia de El Nido, lo que habíamos leído y lo que vimos en el Island Hopping, hacía, que, además, de disfrutar del lugar, no queríamos que fue una experiencia masificada.
No parece muy atrevido llamar a esta playa Coco Beach, viendo la cantidad de palmeras cargadas con cocos en la playa. Así que cuidado donde os tumbéis, no es una leyenda urbana, la muerte por caída de cocos en la cabeza, es una de los principales motivos de muerte en el sudeste asiático.
Malcapuya
Esta isla de nombre bastante curioso, no? Tiene unas playas impresionantes, pero a diferencia de las dos anteriores, esta es bastante más popular, y por tanto mucha más gente la visita.
Cuando llegamos, la imagen que vimos, era un mar de bangkas, las típicas embarcaciones filipinas. Pues bien, cuando llegues a un sitio en Filipinas, y esté lleno de bangkas, debes saber que va a estar lleno de turistas, no falla.
Tanto fue así, que nuestro una de las personas del barco dijo los que muchos pensaban, pero no se atrevían a decir, “Esto parece Boracay!”.
Si no lo conoces, Boracay se convirtió hace unos años en el centro del turismo de Filipinas. Su desarrollo fue tan rápido y descontrolado, que hace dos años tuvieron que cerrar las playas. Esto se debió a la contaminación producida por la incapacidad de gestionar los residuos de todo tipo. Estaba contaminada por E.coli, ninguna broma.
Ya han reabierto las playas, y por tanto Boracay. Espero que hayan aprendido de los errores, y ahora gestionen todo tipo de residuos, así como eviten que se llene hasta arriba.
Volviendo a Malcapuya. Cuando llegamos a su costa, nos bajamos por una zona completamente opuesta a donde se encuentra la playa. Así que anduvimos, poco más de cinco minutos hasta llegar a su playa.
Y de nuevo, una playa que se te quita el hipo, pero de las tres en las que estuvimos, era la que más llena estaba. Nos lo pudimos imaginar cuando vimos las bangkas.
En cualquier caso, el lugar es precioso. El color del agua y el blanco de la arena, la hacen una playa de postal.
Alojamiento en Coron
Coron es un pueblo pequeño, pero que, debido a la gran cantidad de turistas que tiene, puedes encontrar todo tipo de alojamiento, es decir, para todos los gustos y bolsillos.
A nosotros no nos apetecía estar en medio del pueblo, al final son básicamente tres calles y unos pocos barangays (barrios). Así pues que decidimos buscar algo más alejados de todo el ruido y ajetreo. Por que Coron, a pesar de ser pequeño, tiene mucho tráfico de triciclos.
De modo que decidimos alojarnos en el Ahras Place. La verdad que el sitio es tranquilo, y muy normalito. Nos salió bien de precio, aunque hubiésemos preferido un lugar con mejores vistas.
Puedes echar un vistazo al precio, fotos y disponibilidad en este enlace, Ahras Place.
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