La ciudad de Tallin, capital de Estonia, una ex-república soviética conserva uno de los cascos históricos más medievales del mundo, y hacen de esta ciudad una ciudad de cuento.
Qué ver en Tallin
Por su pequeño tamaño Tallín es una ciudad de muy sencillo paseo, vamos que en pocas horas has podido disfrutar de todo su magnífico casco antiguo medieval.
Si algo va a dejar maravillado al viajero que se acerque a Tallin es el espectacular grado de conservación de su casco antiguo. Arquitectura gótica sobria, murallas que recuerdan a las películas de la edad media, estrechas calles edificios de diferentes colores pálidos, amarillos, rosas, verdes.
Y todo ello acompañado por comerciantes que se atreven a disfrazarse, incluso en los meses de más frío, de señores medievales, cortesanos y cortesanas, si no fuera por las cámaras de los turistas, parecería que volvemos a otros tiempos lejanos. Quizás por todo esto está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El mejor plan en Tallin es dejar de lado el plano y perderse por sus calles y callejuelas, será difícil perderse, ya que a la vuelta de cinco calles, reconoceremos la sexta callejuela.
Calle San Olav
Por ese camino de perderse encontraremos iglesias como la de San Olav, que en su época llegó a ser el edificio más alto de Europa, y la espectacular Catedral Ortodoxa de Alejandro Nevsky, que por su arquitectura y nombre nos va a recordar que estamos muy cerca de Rusia, y que Tallin perteneció a la Unión Soviética.
Casi enfrente de esta catedral nos encontraremos con el Parlamento Estonio, un edificio de tres plantas que llama la atención por su color rosa.
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Si seguimos perdiéndonos por las calles de Tallin acabaremos en la calle Pikk, donde todo el mundo busca la casa de las Tres hermanas, tres edificios pequeños que ahora forman parte de un hotel.
Casa de los gremios y Cabezas Negras
También en esta calle nos encontraremos con las casas de los Gremios y los Cabezas Negras, que eran unos comerciantes alemanes llegados a la ciudad que por su condición de soltería, se supone celebraban fiestas en la casa, que se alargaban toda la noche con exceso de alcohol y sexo.
Calle Viru
Otra de las calles de Tallin que no te vas a perder es la calle Viru, una callejuela que termina en una de las que fue las antiguas puertas de la ciudad la puerta Viru. Aún quedan dos torres medievales en ese lugar.
Torre Gorda de Margarita
Otra de las puertas de entrada a la ciudad desde el puerto es la que se encuentra en la Torre Gorda de Margarita, que recibe ese nombre por el aspecto de torre excesivamente pachona. Esta torre alberga el Museo marítimo de Estonia.
Frente a esta Margarita, nos encontramos el mar, nosotros fuimos en Marzo, estaba helado y la gente aprovechaba para pescar.
El pasaje de Catalina es una pequeña calle llena de pequeños comercios, quizás sea de las calles com más aspecto, aún si cabe, medieval que el resto de las calles de Tallin.
Plaza del Ayuntamiento
La Plaza del Ayuntamiento resulta ser un lugar muy amable y tranquilo, espacioso donde lo que más resalta es el edificio del Ayuntamiento, con su arquitectura medieval como el resto de la ciudad. También se encuentra en una de las esquinas de esta plaza, la farmacia más antigua de Europa.
Palacio de Kadriorg
Si nos salimos del casco antiguo, no nos será difícil encontrar el parque de Kadriorg, un parque especialmente bonito, lleno de parterres y florido en primavera. Allí se encuentra el Palacio de Kadriorg que fue mandado construir por Pedro el Grande. Dentro del Palacio de Kadriorg hay un museo sobre arte extranjero. Quizás lo más interesante sea el paseo por estos jardines.
Muralla medieval de Tallin
La muralla medieval de Tallin es una de las mejor conservadas que he visto nunca, incluso la de Sibiu Rumanía, que se conserva muy bien, no tiene nada que hacer si la comparamos con esta. Es como volver a otras épocas, una delicia de paseo por ella.
Para llegar al Palacio de Kadriorg, si nos situamos mirando al mar, buscaremos la antigua puerta de Viru y cogeremos la calle Narva Maantee hasta llegar a la calle Weizenbergi, siguiendo recto llegaremos al parque, se tardan unos 10-15 minutos andando.
Cómo llegar a Tallin
Se puede llegar a Tallín en barco desde Helsinki, se tarda unas 4 horas.
También podemos llegar en autobus desde San Petersburgo o Riga con la compañía LuxExpress.
Tallín también cuenta con aeropuerto internacional que ofrece bastantes destinos en Europa, quizás esta no sea la opción más barata. Puedes echar un vistazo en el siguiente enlace a los vuelos a Tallin.
Alojamiento en Tallin
El alojamiento puede resultar un poco caro, así que si tenéis opción hay que mirarlo con un poco de tiempo.
El primer alojamiento donde nos quedamos resultó ser un desastre y nada que ver con lo que habíamos reservado, de modo que decidimos cambiarnos, por el mismo precio, a un hotel que le daba mil vueltas en todos los aspectos.
Nos cambiamos al Park Inn Radisson Central Tallin. Realmente es totalmente recomendable. Además incluía el desayuno, que era variado y abundante. Necesario para no pasar frío si vas, como nosotros, en época de frío.
En el siguiente enlace puedes ver la disponibilidad y precios, Park Inn Radisson Central Tallin.
Nunca está de más comparar y encontrar lo que más se adapte a tus gustos y necesidades, así que también puedes echar un vistazo a otras opciones, Alojamiento en Tallin.
Seguro de viaje
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