Haputale se encuentra bastante más alejado hacia el sur de Nuwara Eliya. Pero a pesar de estar un poco más lejos, alrededor de dos horas más de viaje, cuenta con muchas más ventajas.
Entre estas ventajas se encuentran las siguientes;
Al no ser uno de los lugares más visitados cuando se va a las tierras altas de Sri Lanka para ver los campos de té y las factorías de procesado.
Tampoco es una Little England como sí lo es Nuwara Eliya. Nuwara Eliya era el hogar de aquellos ingleses dueños de las factorías y campos de té de la zona. Pretendieron exportar su arquitectura y sus costumbres a esta zona de Sri Lanka, y desde luego, en esta ciudad lo consiguieron.
Si se va allí desde Kandy, el viaje se puede alargar un par de horas más, pero por contra, el viajero se encontrará con unos paisajes más impresionantes y bonitos que los de Nuwara Eliya.
Llegar a Haputale
Llegar hasta Haputale nos llevó un buen camino en autobús. Y como hicimos durante todo el viaje por el país, lo hicimos en transporte público.
Salimos al mediodía desde Kandy, paramos brevemente en Nuwara Eliya, y llegamos hasta Boralanda. Allí nos bajamos, y esperamos alrededor de quince minutos hasta que llegara el autobús que finalmente nos dejaría en Haputale.
Llegamos de noche, y estaba lloviendo. Supongo que desde el autobús ya habían avisado que iban unos extranjeros hacia el pueblo. Así que allí nos esperaban los que nos alojarían durante las dos siguientes noches. Pero de esto hablaré más adelante.
Qué ver en Haputale
Haputale es un pueblo muy pequeño. La razón de ser de este lugar como todos los de la zona es la recolección y la manufactura del té. No en vano, Sri Lanka es el mayor productor del té del mundo junto con la India y China.
Los protagonistas de este lugar son los campos de té, infinitos, se pierden en la vista, y sus trabajadoras. De ellas es muy importante hablar y dar la importancia y visibilidad que se merecen.
Las plumb pickers de Haputale
Las plumb pickers (recolectoras) en su gran mayoría son mujeres, pues son capaces de recoger hasta un tercio más de hojas de té que los hombres. Además me gustaría poner un poco de negro sobre blanco con la realidad que viven estas mujeres y sus familias.
Debido a su habilidad innata en la recogida de las hojas de té, trabajan desde muy jóvenes (puedes ver mujeres, que de vivir en Europa llevarían jubiladas 10 años), y realmente nunca pueden dejar de hacerlo, ¿por qué? Ahí está la trampa. Las pagan lo justo para poder vivir, pero no para poder ahorrar y dar una mejor vida a sus hijos u hijas. Es un pobreza y esclavitud controlada por las grandes empresas del té.
Así pues, sus hijos trabajarán en la fábrica con suerte, y sus hijas serán recolectoras de hojas de té. Y como la rueda continúa, ganarán lo suficiente para poder comer y pagar a duras penas las facturas, pero no podrán dar estudios y otras oportunidad a sus hijos. Triste, pero así funciona gran parte del mundo.
Esto no es la campiña inglesa
Haputale no es Nuwara Eliya, así que nadie espere ver la campiña inglesa por estas latitudes. Cuando pasamos por Nuware Eliya, y durante la breve parada, tuve una sensación extraña. Estábamos en Sri Lanka, pero eso parecía Inglaterra. Me alegro haber decidido ir a Haputale.
El Lipton Seat
El Lipton Seat, sí Lipton, como la marca de té tan famosa, pues Lipton es una variedad de té originaria de allí. Es uno de los lugares con unas vistas increíbles. Se pueden ver en el horizonte decenas de kilómetros de distancia, eso sí, si las nubes no lo impiden.
Hablamos de dos mil metros de altitud. En días claros dicen que se puede llegar a ver el comienzo del Parque Nacional de Yala en Tissamaharama.
Las factorías de té
Otra de las grandes atracciones que ofrece Haputale es la visita a una de sus factorías de té. Allí se puede ver todo el proceso de transformación de los diferentes tipos de té hasta llegar a la bolsita que consumiremos en nuestra casa.
Tuvimos una interesante visita guiada, nos enseñaron y explicaron por las diferentes etapas que pasa el té. Todo bastante artesanal, pero bien es cierto, que el producto final era de gran calidad.
La estación de trenes de Haputale
Uno de los lugares que vas a visitar seguramente, es la estación de trenes. Desde allí se coge el tren que te llevará hasta Ella.
Los ingleses tanto en la India como en Sri Lanka se ocuparon de hacer líneas de ferrocarril acordes a sus ideas coloniales y comerciales. Así que cuando vimos la estación, tuvimos la sensación de ver una estación inglesa, pero a la vez con el movimiento de las estaciones indias, una locura. Eso sí, mucho más ordenado que las estaciones indias.
El tren hasta Ella cuesta alrededor de 25 rupias en tercera clase (13 céntimos de euro, 2013), es un tren de dos vagones donde el noventa y cinco por ciento de los pasajeros son turistas.
Se tarda una hora en llegar hasta Ella.
El pueblo
A pesar de ser un pueblo pequeño, merece la pena dar una vuelta por sus calles, entrar en sus establecimientos, comer su comida, y pasar sobre las vías del tren que dividen este curioso pero muy acogedor lugar.
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Como comenté más arriba, llegamos a Haputale de noche, y además llovía. Alguien debió avisar que llegaban al pueblo unos extranjeros con pinta de no llevar alojamiento reservado (y no se equivocaban). Así que cuando bajamos del autobús, había unos hombres jóvenes en tuk-tuk ofreciéndonos alojamiento en la Guest House de su tío.
Bawa GuestHouse se llama este lugar. Este alojamiento tuvo sus pros y sus contras.
Pros; Cenas, desayunos increíbles. Los dueños y la familia excepcionalmente amables y solícitos. De hecho contratamos a sus sobrinos para que nos llevaran a ver los campos de té y la factoría. También nos llevaron hasta Tissamaharama.
La habitación era enorme y contaba con baño y agua caliente.
Contras; No nos pareció el lugar más limpio, tampoco estaba sucio, digamos que cumplía justamente los estándares. Internet no iba demasiado bien, pero bueno, a veces viene bien desconectar un poco.
¿Recomendaríamos este alojamiento? Bueno, tampoco tenemos más opciones con las que comparar. Era muy barato. Además llegamos de noche… no había más elecciones.
Supongo que si hubiéramos llegado de día hubiéramos intentado ver cómo eran otros alojamiento del alrededor.
Así que si quieres ver otras más opciones de alojamiento en Haputale, aquí te dejamos un link, Alojamiento en Haputale.
Al ser un lugar que carece de mucho turismo, quizás el alojamiento no cumpla los mismos estándares que otros lugares, pero por contra se puede vivir la experiencia de alojarse en una casa familiar, donde sí se habla inglés.
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